Al menos 32 militares yemeníes han perdido la vida y otros 45 han resultado heridos tras un ataque lanzado por fuerzas armadas vinculadas al Consejo de Transición del Sur, una facción secesionista respaldada por Emiratos Árabes Unidos que persigue la creación de un Estado independiente en el sur de Arabia.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas yemeníes del Gobierno reconocido internacionalmente ha confirmado la muerte de estos “heroicos mártires” en distintas zonas del valle, el desierto y la meseta de la provincia de Hadramut, y atribuye la responsabilidad de las ofensivas a “grupos vinculados al Consejo de Transición del Sur”.
Según el mando militar, el asalto contra las posiciones del Ejército comenzó el 2 de diciembre y se extendió al día siguiente con una nueva ofensiva dirigida contra la Alianza Tribal de Hadramut, durante la cual los separatistas lograron hacerse con el control de varios yacimientos petrolíferos estratégicos en la región.
Las Fuerzas Armadas han advertido además de que “hay varios oficiales y militares que continúan desaparecidos”. De acuerdo con su versión, “estos grupos armados han exterminado a heridos y ejecutado a prisioneros en flagrante violación de todas las leyes nacionales e internacionales”, tal y como informa el portal oficial 26sepnews.
El Ejército acusa a estos grupos de intentar “desestabilizar la seguridad y la paz en la gobernación de Hadramut, segura y estable, amenazando la estabilidad de las zonas liberadas para imponer una política de ‘fait accompli’ (hechos consumados) que socava el proceso político y desprecia los acuerdos nacionales”.
Estos episodios de violencia tienen lugar poco después de la llegada a Hadramut de una delegación saudí, cuyo objetivo es rebajar la tensión en la provincia más extensa de Yemen. Esta delegación ha pedido al Consejo de Transición del Sur que retire sus fuerzas tanto de Hadramut como de la vecina gobernación de Mahra, en un intento de contener la escalada.
El Consejo de Transición del Sur, que domina amplias áreas del sur y el este del país, ha rechazado por el momento las peticiones de repliegue de estas provincias. Al mismo tiempo, ha reiterado su proyecto de un “estado federal justo” que integre a todos los grupos de población del territorio. La organización cuenta, además, con el respaldo de las Fuerzas de Élite de Hadramut, responsables del control de las ciudades de Mukalla y Ash Shihr.
Mientras tanto, el Gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional mantiene el control de las provincias de Marib, en el noreste, y Taíz, en el suroeste, en un país fragmentado donde el norte y el centro permanecen en manos de las milicias hutíes, aliadas de Irán.











