El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, ha reconocido este martes que la cúpula militar no reaccionó “con la firmeza adecuada” ante una serie de incidentes protagonizados por paracaidistas del Ejército, supuestamente implicados en saludos nazis, comportamientos sexuales indebidos y consumo de estupefacientes.
“Los casos denunciados son impactantes”, ha afirmado el titular de Defensa al referirse a los sucesos bajo investigación en el Regimiento de Paracaidistas 26, con sede en Zweibrücken, en el estado federado de Renania-Palatinado.
Aunque las Fuerzas Armadas han apartado del servicio a varios militares por estos hechos —la Fiscalía mantiene abiertas diligencias contra 19 de ellos—, Pistorius ha recalcado que “no es aceptable” que estas conductas no fueran identificadas y señaladas de inmediato. “No se persiguió con la firmeza necesaria”, ha insistido.
En cualquier caso, Pistorius ha expresado su agradecimiento a los mandos que han colaborado en las pesquisas internas, entre ellos el inspector del Ejército, el teniente general Christian Freuding. “Es importante que se sigan esclareciendo completamente los distintos incidentes y, si se confirman otras acusaciones, los casos se sancionen con todo el rigor”, ha destacado.
“El extremismo, la conducta sexual inapropiada y el consumo de drogas no tienen cabida en el Ejército alemán” y, del mismo modo, resulta esencial que quienes se atrevan a denunciar estos comportamientos no acaben siendo señalados o intimidados por “una solidaridad mal entendida con quienes traspasan todos los límites”, ha añadido.
Según avanzó el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, se ha abierto una investigación sobre varias decenas de militares del Regimiento de Paracaidistas 26 en Zweibrücken por supuestas agresiones sexuales y acoso a compañeras de unidad, así como por su presunta participación en actividades vinculadas a la ultraderecha.