Ampliación | Afganistán y Pakistán establecen un cese al fuego inmediato tras diálogos en Doha

Tras intensas negociaciones en Doha, capital de Qatar, los gobiernos de Afganistán y Pakistán han decidido implementar un cese al fuego “inmediato”. Este acuerdo llega después de un período de creciente tensión y enfrentamientos frecuentes en las áreas fronterizas entre ambos países.

“Se ha alcanzado un acuerdo de alto el fuego entre Pakistán y Afganistán. El terrorismo afgano en territorio pakistaní cesará de inmediato. Ambos países vecinos respetarán sus respectivos territorios”, declaró Khawaja Asif, ministro de Defensa de Pakistán, a través de una publicación en su perfil de la red social X.

Por su parte, el gobierno talibán ha asegurado que no prestará apoyo al grupo Tehrik e Taliban Pakistan (TTP), ni a ninguna otra organización que actúe contra Pakistán, lo cual ha sido una de las principales razones de Islamabad para sus ofensivas en suelo afgano.

“Ambas partes pidieron resolver los problemas y cuestiones mediante el diálogo. Las partes acordaron un alto el fuego completo y significativo”, confirmó Zabiulá Mujahid, portavoz del régimen talibán.

Adicionalmente, Qatar, como anfitrión de las conversaciones de paz, ha ratificado el acuerdo. “Ambas partes acordaron un alto el fuego inmediato y el establecimiento de mecanismos para consolidar una paz y estabilidad duraderas entre ambos países”, se indica en un comunicado del Ministerio de Exteriores qatarí.

Las delegaciones se reunirán nuevamente el 25 de octubre en Estambul, Turquía, para continuar con las negociaciones y asegurar la efectividad y continuidad del alto el fuego, según ha informado Qatar.

“El Ministerio de Asuntos Exteriores expresó la esperanza del Estado de Qatar de que este importante paso contribuya a poner fin a las tensiones en la frontera entre los dos países hermanos y siente una base sólida para una paz sostenible en la región”, concluye el documento qatarí.

A pesar de estos acuerdos, los conflictos han persistido. Recientemente, un ataque del Ejército de Pakistán en la provincia afgana de Paktika resultó en la muerte de al menos ocho jugadores de críquet, y un atentado contra un puesto policial paquistaní acabó con la vida de tres supuestos miembros de TTP.