El exdirector de la Policía de Carreteras de Brasil, Silvinei Vasques, condenado a 24 años de cárcel por su papel en la trama golpista que buscó mantener en el poder a Jair Bolsonaro tras las elecciones de 2022, fue arrestado este viernes en el aeropuerto de Asunción, capital de Paraguay, cuando se disponía a embarcar en un vuelo con destino a El Salvador.
Vasques había salido de Brasil hacia Paraguay sin autorización judicial después de romper la tobillera electrónica que debía llevar como parte de las medidas cautelares. Su condena se dictó a mediados de diciembre, dentro del segundo grupo de acusados por la intentona golpista. En calidad de responsable de la red de carreteras, se le atribuyó haber obstaculizado el desplazamiento de potenciales votantes del presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante la segunda vuelta electoral.
Según ha informado la Policía Federal, en cuanto se detectó la ruptura de la tobillera se activó una alerta dirigida a las fuerzas de seguridad de Colombia, Paraguay y Argentina. Cuando fue interceptado en el aeropuerto de Asunción, portaba un pasaporte paraguayo auténtico, aunque los datos personales no se correspondían con su identidad real.
Las autoridades prevén que Vasques sea trasladado de vuelta a Brasil a lo largo de este mismo viernes, donde ingresará de forma preventiva en prisión. El magistrado del Tribunal Supremo y ponente de la causa por golpe de Estado, Alexandre de Moraes, ya había advertido de que la libertad provisional que le concedió en agosto de 2024 quedaría automáticamente revocada si vulneraba cualquiera de las medidas impuestas.
“La fuga del imputado, caracterizada por la violación de las medidas cautelares impuestas sin justificación alguna, autoriza la aplicación de la medida cautelar de la prisión preventiva”, ha señalado el juez en su resolución.
Antes de ser sentenciado en la macrocausa por golpe de Estado, Vasques ya había sido condenado por la Justicia de Río de Janeiro por hacer campaña a favor de un candidato, en este caso Bolsonaro, algo vetado a los funcionarios públicos, y por utilizar para ello recursos e imagen de la propia Policía de Carreteras.
Asimismo, el fallo judicial consideró que Vasques contribuyó al “enfrentamiento” entre votantes durante los desplazamientos del 30 de octubre, fecha de la segunda vuelta de las presidenciales de 2022, así como en los días posteriores. Por estos hechos fue destituido del cargo y sancionado con una multa de 500.000 reales (unos 76.000 euros).
Por su implicación en la trama golpista fue arrestado ya en 2023, aunque posteriormente quedó en libertad bajo estrictas medidas cautelares, entre ellas el uso obligatorio de la tobillera electrónica que ahora había quebrantado.