La tragedia en Hong Kong ha escalado con un total de 36 muertos, incluido un bombero, tras el incendio que devastó varios rascacielos el pasado miércoles, confirmaron las autoridades. Se teme que el número de víctimas pueda incrementarse en breve.
En una conferencia de prensa en el Hospital Príncipe de Gales, el jefe de Gobierno de Hong Kong, John Lee, anunció que 279 personas aún no han sido localizadas y 29 están siendo atendidas en hospitales, con siete en estado crítico.
Lee también indicó que ya se ha iniciado una investigación oficial y se están recogiendo muestras de los materiales de construcción del complejo afectado en Tai Po para analizar su cumplimiento con las normativas vigentes.
Chris Tang, secretario de Seguridad, ha comentado que los indicios preliminares apuntan a una propagación anormalmente rápida del fuego, calificándola de ‘sospechosa’. ‘La red y la lona impermeable, una vez quemadas, mostraron una propagación de las llamas superior a la permitida’, afirmó.
Aproximadamente 800 bomberos y 140 camiones de bomberos acudieron al sitio, donde también se han utilizado drones para combatir el fuego y localizar a personas atrapadas. Los servicios de emergencia han elevado la alerta a su nivel máximo, según ha reportado el diario ‘The Standard’.
Derek Armstrong Chan, subdirector de los Bomberos, ha señalado que las altas temperaturas dentro del edificio han complicado las operaciones de rescate, especialmente después del anochecer, que ha reducido la visibilidad. Además, los escombros y andamios caídos suponen un riesgo adicional, aunque los equipos de rescate continúan su labor en busca de supervivientes, según el ‘South China Morning Post’.
La Cruz Roja de Hong Kong ha habilitado una línea de apoyo psicológico para asistir a los afectados y a los familiares de las víctimas, en un incendio que habría comenzado en un andamio de bambú, aunque este detalle aún no ha sido confirmado oficialmente por las autoridades.











