Naciones Unidas ha informado este viernes del fallecimiento de uno de sus empleados mientras se encontraba bajo custodia de “actores de seguridad” en Sudán del Sur, y ha instado a las autoridades del país a poner en marcha una “investigación exhaustiva” que permita aclarar los motivos de su arresto y las circunstancias de su muerte.
El trabajador fallecido, Bol Rhoch Mayol Kuot, era un ciudadano sursudanés que desempeñaba labores como auxiliar de idiomas en la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS). Fue detenido el 15 de diciembre en las proximidades de la ciudad de Wau, en el estado de Bahr el Ghazal Occidental, y “posteriormente le mataron sus captores”.
Según ha explicado la UNMISS, durante los días posteriores a su arresto se mantuvieron contactos con las autoridades locales para averiguar dónde se encontraba y conseguir su liberación. La misión se ha declarado “profundamente triste por este acto atroz” y ha trasladado sus condolencias a la familia y allegados de la víctima. La oficial a cargo de la UNMISS, Anita Kiki Gbeho, ha asegurado que la misión está “devastada” por lo ocurrido.
“El asesinato de miembros del personal de la ONU es inaceptable. Pedimos una investigación inmediata y exhaustiva para entender las circunstancias de su detención y posterior muerte y garantizar que los responsables rinden cuentas”. “Es imperativo que se respete la seguridad del personal de la ONU”, ha subrayado Gbeho.
Más tarde, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado “enérgicamente” la muerte del trabajador civil y ha pedido a Yuba “que no escatime esfuerzos para garantizar que los responsables de este atroz crimen sean llevados rápidamente ante la justicia”.
“(Guterres) expresa sus más sinceras condolencias a la familia y a los seres queridos del empleado y reafirma el compromiso de Naciones Unidas de brindar todo el apoyo posible en estos momentos tan difíciles”, ha señalado en un comunicado el portavoz del jefe de la ONU, Stéphane Dujarric.