El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha anunciado este viernes que la Unión Europea sostendrá financieramente a Ucrania con un préstamo de 90.000 millones de euros para los próximos dos años, pero sin recurrir por ahora a los activos rusos congelados en territorio comunitario, después de que los líderes hayan decidido dejar en pausa esta opción por las complicaciones que conlleva.
“Tenemos un acuerdo”, ha indicado el ex primer ministro portugués en un mensaje en redes sociales tras 16 horas de cumbre europea en Bruselas, una reunión marcada por el choque de posturas sobre el uso de la liquidez generada por los activos inmovilizados por las sanciones de la UE para un eventual “préstamo de reparación”.
En la comparecencia posterior al Consejo Europeo, Costa ha precisado que la Unión “se reserva el derecho de hacer uso de los activos inmovilizados para reembolsar este préstamo”. A su juicio, la decisión representa una “contribución crucial” para alcanzar una paz justa y duradera en Ucrania, al reforzar la posición de Kiev en una futura negociación y trasladar a Moscú que debe implicarse en una salida pacífica a la guerra.
El dirigente portugués ha insistido en que este instrumento proporcionará a Ucrania los recursos indispensables para seguir resistiendo, de modo que, aunque de momento no se utilicen los activos rusos, la UE lanza a Rusia el mensaje de que su respaldo a Kiev no se debilitará.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha detallado que los Veintisiete han decidido cubrir las necesidades urgentes de Ucrania mediante el “endeudamiento de la UE en los mercados de capitales”.
La responsable del Ejecutivo comunitario ha precisado que se recurrirá al mecanismo de “cooperación reforzada” a 24, dejando fuera a Hungría, República Checa y Eslovaquia, que no se sumarán al plan, y que la operación estará garantizada por el margen del presupuesto comunitario. “De manera similar al préstamo de reparaciones, y esto es muy importante, Ucrania solo tendría que devolverlo una vez que reciba las reparaciones”, ha subrayado.
Líderes enfrían el uso inmediato de los bienes inmovilizados
Los jefes de Estado y de Gobierno llegaron a Bruselas divididos sobre la posibilidad de aprovechar la liquidez de los activos rusos inmovilizados por las sanciones de la UE para un posible “préstamo de reparación”. Durante la maratoniana cumbre no lograron salvar las discrepancias por los riesgos asociados a la fórmula que proponía la Comisión Europea y que, pese a contar con un amplio respaldo, no consiguió el consenso necesario.
Cuestionado por el naufragio de una propuesta que muchos defendían en público, Costa ha remarcado que lo “relevante” era asegurar la financiación de Ucrania para 2026 y 2027, y ha admitido que la idea de utilizar los activos rusos resultaba “compleja desde el punto de vista jurídico, técnico y financiero”.
Desde la Comisión, Von der Leyen ha recordado que al inicio del encuentro “no había una vía clara” para mantener el flujo de apoyo a Kiev y que el desenlace es un compromiso para movilizar 90.000 millones hasta 2027. También ha puesto en valor que, en paralelo al debate, la UE ha dado un paso significativo al acordar la congelación indefinida de los bienes rusos inmovilizados, una decisión que solo podrá modificarse por mayoría cualificada.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que cierra la presidencia semestral del Consejo de la UE y era partidaria de recurrir a los bienes rusos, ha celebrado que los líderes hayan hallado finalmente “una manera de construir un puente entre los dos modelos”. “Yo prefería un modelo al inicio de la reunión, pero creo que la conclusión es bastante buena”, ha afirmado.
La dirigente danesa ha subrayado que la UE ha preservado la cohesión para ser “capaz de tomar las decisiones necesarias”. “Mirando los resultados y las conclusiones, hoy es un buen ejemplo de que, cuando algo es necesario, entonces estamos unidos”, ha resumido.
A lo largo de la negociación, a las reservas manifestadas inicialmente por Bélgica se habrían sumado otros Estados, aunque buena parte de la discusión giró en torno al uso de los activos rusos congelados, mientras la Comisión Europea trabajaba en paralelo con Bruselas en un texto de conclusiones aceptable para el Gobierno de Bart De Wever.
Merz celebra el acuerdo y recalca que los activos rusos serán aval
“Es un mensaje decisivo para el fin de la guerra, porque el presidente ruso, Vladimir Putin, sólo hará concesiones cuando se dé cuenta de que su guerra no dará frutos”, ha afirmado el canciller alemán, Friedrich Merz, en un comunicado difundido minutos después de que los 27 pactaran el préstamo sin intereses de 90.000 millones para Kiev.
El líder conservador ha remarcado además que los activos rusos inmovilizados “seguirán bloqueados hasta que Rusia haya pagado las reparaciones a Ucrania” y ha insistido en que Kiev no tendrá que devolver el préstamo a los socios europeos hasta que Moscú abone esas reparaciones. “Si Rusia no paga las reparaciones, utilizaremos, en plena conformidad con el Derecho internacional, los activos rusos inmovilizados para devolver el préstamo”, ha defendido Merz.
En su comparecencia ante la prensa, el canciller alemán ha calificado de “buena solución” el compromiso sellado en la UE, asegurando que el bloque da un “paso adelante” y empleará los activos rusos congelados como garantía de la financiación.
Según ha explicado, la Unión recurrirá a la “cooperación reforzada” a 24, dejando fuera a Hungría, República Checa y Eslovaquia. Ha recalcado igualmente que el préstamo no se sumará a la deuda nacional de los Estados participantes y estará respaldado por los bienes rusos inmovilizados en Europa.
La UE proporcionará así con carácter “urgente” un préstamo de 90.000 millones de euros con “deuda mancomunada” para los próximos años, en palabras del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ha reivindicado el compromiso de “seguir trabajando” en la opción de recurrir a los activos rusos congelados.
Sánchez ha añadido que, en una reunión bilateral celebrada por la mañana con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, defendió que la Unión “debe apoyar financieramente” a Ucrania “por razones morales, por razones de justicia y también porque es legal”.