Este sábado, un nuevo y devastador «ataque masivo» de Rusia contra Ucrania ha dejado un saldo de al menos tres muertos y numerosos heridos, como ha informado el presidente Volodimir Zelenski. Según sus declaraciones, las fuerzas rusas han utilizado 580 drones y 40 misiles balísticos y de crucero en su ofensiva sobre el territorio ucraniano.
Los objetivos de estos ataques incluyeron Dnipró y su provincia, así como las provincias de Mikolaiv, Chérnigov, Zaporiyia, y otras comunidades en Poltava, Kiev, Odesa, Sumi y Járkov. «El enemigo ha apuntado contra nuestra infraestructura, zonas residenciales y empresas civiles», destacó Zelenski, quien también mencionó que un misil con municiones de racimo impactó directamente en un edificio de apartamentos en Dnipró.
En su comunicado a través de la red social X, el presidente ucraniano ha subrayado que estos ataques no buscan un objetivo militar, sino que forman parte de una «estrategia rusa para aterrorizar a los civiles y destruir la infraestructura». Además, ha hecho un llamado a una «firme respuesta internacional».
Zelenski ha reafirmado la capacidad de Ucrania para defenderse y proteger a Europa, pero ha enfatizado la necesidad de una acción conjunta para reforzar la defensa aérea, aumentar el suministro de armas y expandir las sanciones contra el aparato militar ruso y sus financiadores. «Cada restricción impuesta a Rusia salva vidas. Doy las gracias a todos los que nos ayudan y apoyan», concluyó.
















