La Asamblea Nacional de Venezuela ha dado luz verde este jueves, por unanimidad, a una ley que revoca la adhesión del país al Estatuto de Roma, una decisión que las autoridades justifican por la falta de respuesta del tribunal ante el «genocidio» contra el pueblo palestino.
Según ha indicado el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, la norma pretende «demostrar la dignidad del pueblo venezolano» y, al mismo tiempo, «mostrar solidaridad con el sufrimiento del pueblo palestino», que «sufre y ha sufrido el más espantoso genocidio y crímenes contra la humanidad que haya conocido este planeta en los últimos 80 años».
Rodríguez ha subrayado que la iniciativa también busca «denunciar al mundo la inutilidad y el vasallaje de una institución», en alusión al TPI, «que debería servir para proteger a los pueblos y sólo sirve para los designios del imperialismo norteamericano».
El dirigente parlamentario ya había arremetido anteriormente contra el tribunal por no pronunciarse «absolutamente nada sobre las ejecuciones extrajudiciales en el mar Caribe por parte del imperialismo norteamericano», en referencia a los bombardeos ordenados por la Administración de Donald Trump en aguas del Caribe y del Pacífico contra supuestas narcolanchas.
En esa misma línea, denunció que el organismo tampoco se ha pronunciado sobre las consecuencias de las sanciones de Washington y del bloqueo económico contra Venezuela, que, de acuerdo con un estudio de 2017 citado por Rodríguez, habrían provocado la muerte de 40.000 personas.
La aprobación de esta ley llega después de que el TPI anunciara el cierre de su oficina en Caracas, alegando la ausencia de «progreso real» en su interlocución con el Gobierno de Nicolás Maduro, aunque la investigación sobre presuntos crímenes de lesa humanidad en el país «permanece activa».
Tras ese anuncio, el Ministerio de Exteriores venezolano aseguró que Caracas «seguirá ejerciendo todas las acciones a su alcance» para hacer «prevalecer la verdad» frente al «colonialismo jurídico» que intente «utilizar la institucionalidad del TPI con fines políticos».
«Es vergonzoso que en horas aciagas en que la humanidad es testigo mudo del peor genocidio, que se conozca, contra el pueblo palestino, este organismo internacional solo haya dado pasos tímidos y temerosos para llevar ante la justicia internacional a los perpetradores de terribles crímenes contra la humanidad», aseveró la diplomacia venezolana en su respuesta.











