La radiotelevisión pública francófona RTBF ha anunciado este viernes que formará parte de la próxima edición del Festival de Eurovisión en 2026. El anuncio se produce apenas un día después de que los miembros de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) respaldaran en una votación interna que Israel continúe en la competición.
Tras esa decisión, España, Eslovenia, Países Bajos e Irlanda han hecho público que renuncian a participar en Eurovisión, mientras que otros Estados han optado por seguir en el certamen. Reino Unido, Alemania, Italia y Francia ya han comunicado oficialmente que estarán en la cita musical. El resto de países dispone hasta el 15 de diciembre para trasladar a la UER si acudirán o no al festival.
El director ejecutivo de RTBF, Jean-Paul Philippot, ha defendido que seguir en el concurso es compatible con una “postura clara de denuncia de los obstáculos a la libertad de información, exigir la protección de todos los ciudadanos y periodistas y garantizar su presencia segura sobre el terreno”.
En la misma línea, ha recalcado que “la cultura nunca es un entretenimiento desvinculado de la realidad”, y ha añadido que “el servicio público tiene el deber de ser fiel a la humanidad, la independencia editorial y la libertad”.
Asimismo, ha subrayado que la presencia en Eurovisión “no puede hacerse sin mirar el mundo tal y como es y recordar que el deber de informar debe ejercerse con total independencia y que proporcionar a los ciudadanos las herramientas para comprender los problemas que enfrenta el mundo es un cimiento democrático esencial”.
En Bélgica, la organización y emisión del Festival de Eurovisión se alternan cada año entre las dos cadenas públicas del país: la francófona RTBF y la flamenca VRT. En esta ocasión, la responsabilidad de decidir si se acudía o no recaía en RTBF. VRT, que fue la encargada el año pasado y que cortó la retransmisión durante la actuación de Israel en protesta por el genocidio, ha avanzado que también ofrecerá este año la señal del certamen, pero “con restricciones”.