El primer ministro de Camboya, Hun Manet, ha vuelto a subrayar el “firme compromiso” de su Gobierno con el Acuerdo de Paz sellado con Tailandia a finales de octubre, durante una conversación telefónica mantenida este jueves con el secretario de Estado, Marco Rubio.
“Reiteré el firme compromiso de Camboya con el respeto del espíritu de la Declaración Conjunta de Kuala Lumpur (Malasia) y expresé mi esperanza de que ambas partes sigan colaborando de conformidad con todos los acuerdos vigentes”, ha señalado en un comunicado difundido en su cuenta de la red social Facebook.
El dirigente camboyano ha remarcado que Nom Pen “mantiene su postura de resolver los problemas fronterizos de forma pacífica” y en consonancia con lo acordado en la capital malasia, insistiendo en que su objetivo es “resolver el conflicto” y consolidar una “paz duradera” con Bangkok.
En este sentido, ha resaltado que el jefe de la diplomacia estadounidense “declaró que Estados Unidos desea una paz sostenible” entre los dos países vecinos y que se implicará para alcanzar una tregua “lo antes posible”.
Rubio, por su lado, ha reiterado que Washington continúa dispuesto a “facilitar conversaciones para garantizar la paz y la estabilidad” con Tailandia, en una llamada en la que ha manifestado su inquietud por la violencia desatada entre ambos Estados, según un comunicado del Departamento de Estado.
Asimismo, ha urgido a las partes a “implementar plenamente” el acuerdo de paz suscrito en Malasia en los márgenes de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y bajo los auspicios del presidente estadounidense, Donald Trump.
Paralelamente, una delegación camboyana y otra tailandesa se reunieron este miércoles en el puesto de control fronterizo de Chong Phak Kat, en la provincia tailandesa de Chanthaburi, con la intención de allanar el terreno para poner fin a los enfrentamientos entre ambos bandos.
Está previsto que estas conversaciones —que llegaron a peligrar por las reticencias de Camboya a celebrarlas en un área que no considera “neutral” debido a los combates— se prolonguen durante varios días.
En las últimas semanas, ambos países se han acusado mutuamente de provocaciones a lo largo de la frontera común, reavivando la escalada iniciada en julio que desembocó en el citado acuerdo y que, en apenas cinco días, causó la muerte de medio centenar de personas y el desplazamiento de cientos de miles de civiles.