Catherine Connolly, recién investida presidenta de Irlanda, ha prometido este martes que su mandato estará dedicado a promover un diálogo público que “fomente la inclusión, la tolerancia y la ciudadanía activa”.
Durante la ceremonia en el Salón de San Patricio del Castillo de Dublín, Connolly, vinculada a la izquierda, ha declarado que “el discurso dominante” actualmente “no reflejaba ni representaba los valores o preocupaciones” de la población irlandesa.
La política, sucesora de Michael D. Higgins, ha destacado su intención de fomentar una “República donde todas las personas sean valoradas” y donde se apliquen “con urgencia soluciones sostenibles” y se reconozca la vivienda como un “derecho fundamental”.
Connolly no ha ignorado los desafíos actuales, mencionando que “165 millones de personas están desplazadas forzosamente de sus hogares y países debido a la guerra, el hambre y el cambio climático”.
Ha recordado la “larga y arraigada tradición de neutralidad de Irlanda y su trayectoria continua en mantenimiento de la paz desde 1958”, capacitándola para “liderar y articular soluciones diplomáticas alternativas” a los conflictos globales.
“Nuestra experiencia de colonización y resistencia, de una hambruna catastrófica provocada por el hombre y de la emigración forzada, nos brinda una comprensión profunda del hambre y la guerra, y la fuerza para que Irlanda lidere”, enfatizó Connolly.
Además, subrayó la importancia del artículo 3 de la Constitución, que aboga por la diversidad irlandesa. “Fomentaré un diálogo inclusivo y abierto en toda la isla, de manera que se destaquen y reconozcan nuestras similitudes y se respeten nuestras diferencias”, aseguró.
Connolly también destacó la importancia de la diáspora irlandesa. “No hay familia en esta isla que no tenga experiencia personal de migración. En todos los continentes, nuestros emigrantes han contribuido con su ingenio y arduo trabajo a sus nuevos países”, destacó.
La abogada y psicóloga de 68 años ganó las elecciones presidenciales del pasado 24 de octubre con el 63,36 por ciento de los votos frente a Heather Humphreys del conservador Fine Gael, con el 29,46 por ciento de los votos, y Jim Gavin del liberal Fianna Fáil, quien retiró su candidatura en octubre para apoyar a Humphreys.
Connolly, que fue candidata independiente, condenó un “genocidio” en la Franja de Gaza por los ataques de Israel y prometió viajar a Palestina como presidenta irlandesa para expresar en persona su apoyo a la población.
Asimismo, la exalcaldesa de Galway, exmiembro del Partido Laborista, ha criticado a la OTAN por sus prácticas belicistas, comparó el gasto militar de Alemania con el de la década de 1930, se opuso a los tratados de la UE y describió a Hamás como “parte del tejido social del pueblo palestino”.