Las labores para arreglar las líneas de suministro de la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en Ucrania y controlada por Rusia desde marzo de 2022, han comenzado este domingo con el objetivo de reforzar la estabilidad operativa de la planta, según ha informado el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).
El director general del organismo, Rafael Grossi, ha señalado que “las cruciales reparaciones de las líneas eléctricas cerca de la central nuclear de Zaporiyia han arrancado tras otro alto el fuego local (entre Ucrania y Rusia) mediado por el OIEA”, mientras Kiev y Moscú guardan silencio por el momento.
Asimismo, ha añadido que “el equipo del OIEA está supervisando unas reparaciones que se espera que duren unos días, como parte de los esfuerzos persistentes para evitar un accidente nuclear durante un conflicto militar”, y ha agradecido a ambas partes que hayan aceptado el alto el fuego “para restaurar la transmisión de energía” entre los patios de distribución de la central nuclear y la central térmica de Zaporiyia.
El propio Grossi advirtió el 11 de diciembre de que la “persistente inestabilidad” de la red eléctrica ucraniana derivada de la invasión rusa “pone a prueba la seguridad nuclear”, después de que el 6 de diciembre se registrara un nuevo corte de energía en la central de Zaporiyia.
El OIEA informó el 13 de diciembre de otro corte de suministro provocado por ataques en las inmediaciones de la planta. Rusia y Ucrania se responsabilizan mutuamente de los bombardeos contra la infraestructura de apoyo de la central, que desde el inicio de la guerra en febrero de 2022 se ha quedado sin electricidad en doce ocasiones.