El Congreso de Camboya ha dado su aprobación el lunes a una nueva legislación que permite despojar de la ciudadanía a aquellos condenados por traición o por «conspirar para potencias extranjeras», acusaciones que amenazan los «intereses nacionales» de la nación.
Con dicha medida, los legisladores pretenden instaurar un entorno legal que permita anular la ciudadanía de estas personas y fortalecer la soberanía y seguridad del país frente a interferencias foráneas, además de establecer un sistema para penalizar los actos de traición, según informó la agencia estatal camboyana AKP.
Un total de 120 parlamentarios, incluyendo al primer ministro Hun Manet, han respaldado la propuesta, que «encaja con el artículo 49 de la Constitución camboyana», la cual insta a los ciudadanos a «dar prioridad a los intereses» nacionales, según han argumentado.
Por otro lado, diversas organizaciones pro Derechos Humanos han expresado su preocupación por la ley, advirtiendo que podría repercutir negativamente en la libertad de expresión de los ciudadanos de Camboya.
«Podría convertirse en una herramienta para atacar a la gente en base a su etnia, sus opiniones políticas y su activismo», han declarado cerca de 50 grupos en un comunicado.
















