El mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, ha reafirmado su compromiso con el desarrollo del país tras ser objetivo de un ataque a su convoy, asegurando que “unos pocos vándalos” no detendrán su misión. Durante un evento en Cuenca, donde se encontraba con estudiantes, destacó la inaceptabilidad de tales actos en el país y la necesidad de seguir un buen ejemplo, lejos de la violencia que experimentó previamente.
En respuesta al incidente, Noboa condenó el intento de interrupción de su participación en el evento y reiteró que no se dejará intimidar por actos vandálicos. Según informes de Ecuavisa, enfatizó la determinación de continuar su trabajo por la nación.
Tras el ataque, que incluyó piedras y presuntos disparos en la provincia de Cañar, las autoridades detuvieron a cinco individuos. Inés Manzano, ministra de Ambiente y Energía, confirmó indicios de balística en la escena. Estos detenidos fueron llevados a Cuenca, y aunque se les acusa de violencia, Yaku Pérez, coordinador de la FOA y su abogado, argumenta que fueron erróneamente vinculados al ataque.
Las autoridades planean procesar a los sospechosos por intento de asesinato, lo que podría resultar en condenas de hasta trece años. El ministro del Interior, John Reimberg, advirtió que cualquier intento de desestabilizar el estado enfrentará severas consecuencias legales, incluyendo cargos por terrorismo.