La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, ha declarado el despliegue de una unidad especial por parte del Departamento de Justicia, destinada a asegurar las instalaciones del Servicio de Aduanas e Inmigración (ICE). Esta iniciativa busca “arrestar a agitadores violentos” y aplicar las máximas acusaciones legales posibles a nivel nacional, en el marco de una «Fuerza Especial de Protección del ICE».
«El Departamento de Justicia está desplegando agentes para proteger las instalaciones de ICE, arrestar a agitadores violentos in situ y presentar los cargos federales más fuertes posibles», afirmó Bondi en una publicación en la red social X, asegurando que «el Estado de derecho prevalecerá».
Bondi también ha comunicado a lideres de varias agencias federales, entre ellas el FBI y la DEA, mediante un memorando, que no se tolerarán actos violentos contra los agentes federales. Este memorando cita al presidente Donald Trump, refiriéndose a un aumento en la violencia política, que incluye incidentes como los disturbios en Los Ángeles y Portland, y atentados como el asesinato del activista Charlie Kirk y los ataques contra el expresidente Trump.
En un contexto de creciente hostilidad, donde más de 200 manifestantes bloquearon el acceso a un centro de ICE en Chicago, Bondi ha reafirmado que el Departamento de Justicia defenderá a sus agentes cuando sean atacados o amenazados. Estos agentes serán parte de la «Fuerza Especial de Protección del ICE».
«Nuestros funcionarios reprimirán todos los disturbios ilegales y arrestarán a toda persona sospechosa de amenazar o agredir a un agente del orden público federal o de interferir con las operaciones de las fuerzas del orden federales», sentenció Bondi. Además, indicó que las acciones legales no solo se limitarán a los individuos sorprendidos en actos violentos, sino también a aquellos que colaboren en la comisión de estos delitos.
Este anuncio sigue a la detención de varios manifestantes en Chicago y a demandas legales en Portland contra las políticas de Donald Trump, marcando un intensivo esfuerzo por parte de la administración para reforzar las políticas migratorias y la seguridad nacional.