El Gobierno estadounidense ha relajado parte de las restricciones que pesaban sobre las gasolineras de Lukoil operando fuera de Rusia, una medida que modifica parcialmente las sanciones impuestas al conglomerado petrolero ruso tras la invasión a Ucrania iniciada en febrero de 2022 por órdenes de Vladimir Putin.
Desde la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU., se ha comunicado que se ‘autoriza ciertas transacciones que implican a estaciones de servicio pertenecientes a Lukoil fuera de Rusia’, incluyendo aquellas ubicadas en territorio estadounidense.
Esta autorización, que se mantendrá vigente hasta el 29 de abril de 2026, excluye explícitamente cualquier transferencia de capitales a individuos o entidades en Rusia y ‘transacciones prohibidas’ previamente por sanciones dirigidas contra Moscú.
Este cambio se produce tras las sanciones implementadas en octubre por el entonces presidente Donald Trump, que afectaron a Lukoil y Rosneft desde el 21 de noviembre, en un gesto poco común de presión económica de la Casa Blanca hacia Moscú durante el conflicto ucraniano.
El ajuste en las sanciones llega después de un encuentro en Moscú entre Vladimir Putin y Steve Witkoff, enviado especial de EE.UU., destinado a discutir la propuesta de Trump para finalizar el conflicto en Ucrania, aunque la reunión no arrojó progresos destacables y se encontró con la firmeza de Putin al afirmar que algunos aspectos de la propuesta no son ‘discutibles’ dada sus condiciones.










