El Ejecutivo egipcio ha recalcado este jueves que el acuerdo anunciado el día anterior por Israel para suministrar gas al país norteafricano “no implica ninguna dimensión política” y que no afecta, en ningún caso, a su apoyo “firme e inquebrantable” al pueblo palestino ni a la solución de dos Estados.
“El acuerdo en cuestión es una transacción puramente comercial celebrada exclusivamente sobre la base de consideraciones económicas y de inversión y no implica ninguna dimensión política ni entendimiento alguno”, ha indicado en un comunicado el portavoz del Gobierno, Diaa Rashwan, insistiendo en que las informaciones difundidas por “algunos medios (...) son inexactas en sus implicaciones”.
El también presidente del Servicio Estatal de Información (SIS) ha denunciado, sin mencionar nombres, la existencia de “campañas mediáticas hostiles que tratan de politizar un acuerdo puramente comercial”, y ha remarcado que “el momento del anuncio no altera el hecho de que el acuerdo es el resultado de negociaciones comerciales concluidas anteriormente de acuerdo con los principios del mercado”.
Rashwan ha reiterado el respaldo “firme e inquebrantable” de El Cairo a los derechos “legítimos” del pueblo palestino, su “rechazo al desplazamiento forzoso y la adhesión a la solución de dos Estados”, y ha puesto en valor el papel “decisivo” de la diplomacia egipcia, citando la cumbre de Sharm el Sheij en la que se selló el alto el fuego para la Franja de Gaza, algo que, ha dicho, “demuestra la coherencia de la postura política y moral de Egipto”.
El portavoz ha vuelto a subrayar el carácter “comercial” del pacto —valorado en 29.500 millones de euros, según Benjamin Netanyahu— y ha asegurado que “está totalmente alejado de cualquier interpretación o utilización política”.
“Estos contratos se celebraron sin ninguna intervención directa del Gobierno. El acuerdo se inscribe en el marco de un claro interés estratégico para Egipto, a saber, reforzar su posición como único centro regional de comercio de gas en el Mediterráneo oriental”, ha explicado, destacando la “avanzada infraestructura de Egipto” para desempeñar ese papel.
Rashwan ha precisado que el proyecto contará con empresas egipcias “especializadas en la recepción, el transporte y el comercio de gas natural”, además de la participación ya conocida de la compañía estadounidense Chevron.
Egipto se ha visto obligado a comprar grandes cantidades de gas natural licuado desde que, en 2024, pasó a ser importador neto de gas debido al incremento de la demanda interna y al descenso de la producción de sus yacimientos. El suministro desde Israel podría permitir al país reducir en los próximos años sus compras de gas natural licuado en los mercados internacionales.