El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha adelantado este jueves que no respaldará ningún pacto en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea de la próxima semana que suponga sufragar los gastos militares de Ucrania para los próximos años, en particular mediante el uso de los activos rusos congelados en territorio europeo.
En una carta enviada al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la que ha tenido acceso Europa Press, Fico reitera su rechazo a cualquier iniciativa destinada a mantener a Kiev en el frente, amparándose en la posición oficial de Bratislava sobre la guerra en Ucrania y en su apoyo a los esfuerzos de paz impulsados por Estados Unidos.
“Sin comentar las ventajas, desventajas o riesgos de las soluciones propuestas por la Comisión Europea, quisiera dejar muy claro que en el próximo Consejo Europeo no estoy en posición de apoyar ninguna solución a las necesidades financieras de Ucrania que incluya cubrir los gastos militares de Ucrania para los próximos años”, señala el jefe del Gobierno eslovaco, a solo una semana de la cita europea en la que se discutirá el empleo de los bienes rusos inmovilizados para un ‘préstamo de reparación’.
Fico ha recalcado, “sin buscar excusas financieras ni legales”, que su negativa a la propuesta de Bruselas responde a su “política de paz” respecto al conflicto en Ucrania. “Me impide votar a favor de prolongar el conflicto militar, porque proporcionar decenas de miles de millones de euros para gastos militares es prolongar la guerra”, subraya en la misiva.
Al mismo tiempo, el dirigente eslovaco advierte de que recurrir a los activos rusos congelados “podría poner en peligro directamente los esfuerzos de paz de Estados Unidos”, ya que Washington contempla destinar estos recursos a la futura reconstrucción de Ucrania.
La cumbre de líderes europeos del 18 y 19 de diciembre se perfila como el momento clave para que la UE logre un acuerdo sobre la utilización de la liquidez generada por estos activos con el fin de financiar a Ucrania durante los próximos dos años. Los Veintisiete deberán pronunciarse sobre esta opción, que podría aprobarse por mayoría cualificada en el Consejo, sin requerir unanimidad de los jefes de Estado y de Gobierno, de modo que un eventual ‘no’ de Hungría o Eslovaquia no bastaría para frenar la decisión.










