El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado su preocupación este viernes sobre el empeoramiento de las condiciones de vida de la comunidad rohingya ‘dentro y fuera’ de Birmania al cumplirse ocho años de su expulsión forzada del estado de Rakhine, enfatizando la importancia de proteger a los civiles según lo dicta el Derecho Internacional.
Ocho años tras la expulsión forzada del estado de Rakhine, los rohingya tanto en Birmania como en el extranjero enfrentan un deterioro adicional en sus ya difíciles situaciones (…). Los rohingya y otros civiles son víctimas del conflicto entre el ejército birmano y el Ejército de Arakan, sufriendo reclutamiento forzoso, violaciones de derechos humanos y otros abusos, ha indicado Guterres a través de un comunicado de su portavoz, Stéphane Dujarric.
Preocupación por rechazos y expulsiones
Guterres ha destacado múltiples informes que señalan ‘rechazos, expulsiones y deportaciones’ en la región, producto de estos desplazamientos, que han encendido alarmas en la ONU sobre posibles violaciones al principio de no devolución y la disminución del espacio de asilo.
La situación de los rohingya también se ha complicado por la ‘falta de solidaridad internacional’ y los recortes de financiación que afectan a la ONU y otras entidades internacionales, lo que ha reducido severamente la educación, asistencia alimentaria y sanitaria, oportunidades de subsistencia y servicios de protección.
En este contexto, el secretario ha reiterado su llamado a la ‘urgente necesidad’ de ‘reforzar la solidaridad internacional y aumentar el apoyo, en paralelo a los esfuerzos hacia una solución política global que incluya de manera significativa a los rohingya y aborde su desplazamiento y las causas profundas de la prolongada crisis’.
A pesar de los desafíos, Guterres mantiene la esperanza de que las ‘partes interesadas en el cese de la violencia y en un proceso político viable’ liderado por Birmania logren ‘crear las condiciones propicias para el retorno voluntario, seguro, digno y sostenible de la población rohingya’ a su país.
Finalmente, espera ‘atraer de nuevo la atención internacional sobre la urgencia de encontrar soluciones duraderas’ en la próxima Conferencia de Alto Nivel sobre los rohingya y otras minorías, que se celebrará el 30 de septiembre en Nueva York por mandato de la Asamblea General.











