La organización Human Rights Watch (HRW) ha expresado su preocupación este domingo respecto a una propuesta de ley en China denominada sobre ‘unidad étnica’. Según HRW, esta legislación fortalece el control ideológico y pretende justificar la opresión de las minorías, la supresión de los derechos lingüísticos y ampliar la vigilancia sobre los ciudadanos chinos en el extranjero.
‘El proyecto de ley del Gobierno chino sobre la promoción de la unidad étnica busca movilizar a la burocracia y a la sociedad para unir a las personas bajo el liderazgo del Partido Comunista Chino, en detrimento de los Derechos Humanos’, ha declarado Maya Wang, subdirectora para Asia de HRW, en un comunicado emitido por la organización.
Wang ha alertado que ‘los tibetanos, uigures y otras personas que defienden a las minorías pueden esperar una represión gubernamental aún mayor’ si se aprueba el proyecto de Ley de Promoción de la Unidad Étnica y el Progreso, que consta de 62 artículos y que fue presentado ante la Asamblea Popular china este mes.
La normativa propuesta establece un marco ideológico que promueve ‘una conciencia común de la nación china’ en campos como la educación, la religión, la historia y la cultura. Por ejemplo, el artículo 14 exige a las autoridades ‘establecer y destacar (…) los símbolos culturales chinos’ en instalaciones públicas, arquitectura y enclaves turísticos.
Además, otros artículos como el 23 fomentan la ‘unidad étnica’ en la planificación de viviendas y el artículo 40 insta a las autoridades a ‘promover la transformación de costumbres y hábitos’ para asegurar la ‘civilización y el progreso’ en asuntos familiares y evitar obstrucciones en las uniones por motivos étnicos o religiosos, señala HRW.
HRW también ha destacado secciones del proyecto que requieren que funcionarios y representantes chinos difundan las ideas de uniformidad ideológica entre los ‘compatriotas taiwaneses’ y los chinos en el exterior, y que prevén acciones legales contra ‘organizaciones e individuos fuera del territorio’ de China que ‘socaven la unidad y el progreso nacionales o inciten a la división étnica’.
‘El proyecto de ley sobre unidad étnica es un esfuerzo flagrante del Gobierno chino por controlar la opinión y la expresión de la gente sobre China, tanto dentro como fuera del país’, ha enfatizado Wang, instando a los países afectados a presionar a Pekín ‘para que retire la ley y cese la persecución de las comunidades de minorías étnicas y sus partidarios’.