Este domingo, las autoridades belgas han notificado el sobrevuelo de cuatro drones adicionales en la base militar de Kleine-Brogel, operativa bajo la OTAN, después de un primer informe el sábado. En ambas ocasiones, se observó que los drones se dirigían hacia el norte de Peer, una localidad localizada aproximadamente a 13 kilómetros al sur de los Países Bajos.
Tras estos eventos, tanto la oficina del ministro de Defensa belga, Theo Francken, como el alcalde de Peer, Steven Matheï, han confirmado la repetición de estos hechos. Matheï ha mencionado que “estos drones siempre desaparecen hacia el norte”, en declaraciones recogidas por el periódico flamenco Het Laatste Nieuws (HLN).
Además, Matheï ha destacado en su perfil de Facebook la efectiva colaboración entre la Defensa y la Policía, subrayando la importancia de mantener y ampliar las inversiones en seguridad. Por otro lado, Francken ha expresado preocupación por “varios incidentes en los últimos meses”, señalando que los drones investigaban aspectos específicos de la base durante aproximadamente media hora. “Eso es espionaje”, afirmó, sugiriendo que podría estar relacionado con directivas de entidades políticas, como Rusia.
El ministro anunció un “plan de drones” de 50 millones de euros el pasado jueves, con la esperanza de que sea aprobado por el Consejo de Ministros esta semana. La propuesta incluye medidas para el registro de drones, la adquisición de tecnología antidrones y sistemas para localizar a los operadores de estas aeronaves.
Los primeros resultados de este plan se esperan para este mes, según indicó Francken, mientras que otras medidas tomarán más tiempo, en un contexto donde toda Europa está invirtiendo en sistemas de defensa. La inversión total prevista alcanza los 500 millones de euros.
















