La entidad Iran Human Rights ha expresado su preocupación este martes, al reportar que las autoridades de Irán han llevado a cabo al menos mil ejecuciones desde el inicio del año hasta ahora, marcando el mayor número en más de tres décadas. Este conteo incluye aproximadamente 65 ejecuciones en la última semana, sin que el gobierno de Teherán haya emitido comentarios al respecto.
La organización ha registrado estas ejecuciones desde el 1 de enero hasta el 23 de septiembre, enfatizando que “estas cifras son el mínimo” debido a la opacidad y restricciones informativas en el país. “Se presume que la cifra real podría ser superior”, ha advertido la ONG.
En este contexto, ha instado a la comunidad internacional a “tomar las medidas necesarias para detener la continua ejecución de prisioneros”, y ha solicitado que una comisión investigadora del Comité de Derechos Humanos de la ONU indague en estos actos, que podrían constituir crímenes de lesa humanidad “por su magnitud, carácter sistemático y objetivo político de intimidar y generar temor social”.
Mahmud Amiri-Moqadam, director de la organización, ha declarado que “Irán ha emprendido en los últimos meses una ofensiva de asesinatos masivos en sus cárceles, que se agrava cada día ante la falta de reacciones internacionales significativas”, según un comunicado de Iran Human Rights.
“Las ejecuciones arbitrarias y masivas de prisioneros sin un proceso adecuado ni un juicio justo son crímenes de lesa humanidad y deben ocupar un lugar prioritario en la agenda internacional respecto a la República Islámica (de Irán)”, ha señalado Amiri-Moqadam. Además, ha criticado cualquier diálogo que omita esta crisis entre países comprometidos con los derechos humanos y la República Islámica como inaceptable.
Según los datos, aproximadamente la mitad de las ejecuciones corresponden a delitos de drogas, mientras que el 43 por ciento fueron por asesinato y el tres por ciento por “rebelión armada”, “corrupción en la tierra” o “enemistad contra Dios”, frecuentemente en casos de seguridad. Otro tres por ciento fueron por violación y un uno por ciento por espionaje a favor de Israel.
La ONG ha destacado que solo el once por ciento de las ejecuciones han sido confirmadas por fuentes oficiales, y ha añadido que ningún ajusticiamiento de personas condenadas por delitos de drogas ha sido anunciado por las autoridades iraníes.










