El órgano judicial de París ha iniciado recientemente una investigación formal contra la plataforma social X, que es propiedad del empresario Elon Musk, originario de Sudáfrica y nacionalizado estadounidense. El motivo central es el posible uso indebido del algoritmo de la red para facilitar una «injerencia extranjera».
Según un comunicado de la Fiscalía, la indagación se centra en «el presunto uso del algoritmo de X (anteriormente conocido como Twitter) para una injerencia extranjera». La Gendarmería ha recibido instrucciones de llevar a cabo la investigación sobre la plataforma.
El enfoque de la investigación se dirige específicamente a la «alteración de las operaciones del sistema de procesamiento automático de datos por parte de una banda organizada» y la «extracción fraudulenta de datos de un sistema de procesamiento de datos automático por una banda organizada».
La iniciativa de investigar comenzó después de que el 12 de enero, el diputado centrista Eric Bothorel enviara una carta a la sección de delitos informáticos de la Fiscalía, expresando preocupación por la «implicación personal de Elon Musk en la gestión de la plataforma», lo que representa «una amenaza para nuestras democracias».
Antes de esta investigación, la Fiscalía ya había comenzado «diligencias técnicas previas» basadas en «contribuciones de investigadores franceses y de información suministrada por varias instituciones públicas».
Recientemente, dos legisladores franceses también han presentado quejas contra X ante la Autoridad de Regulación de la Comunicación Audiovisual y Numérica (ARCOM) por los comentarios antisemitas y racistas emitidos por Grok, el chatbot de X.
















