El Consejo de Ministros de Israel ha dado luz verde este lunes, y por unanimidad, al cierre de la radio del Ejército, una medida que entrará en vigor el 1 de marzo y que ha generado un fuerte rechazo en la oposición, que considera la emisora una pieza clave de la vida política y cultural del país.
La clausura se ha decidido mediante un procedimiento administrativo, sin pasar por el Parlamento, algo que ha sido respaldado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu. El jefe del Gobierno ha cuestionado la propia existencia de una emisora de este tipo, que, según ha señalado, "quizá exista en Corea del Norte", pero que no ve adecuada para Israel.
Tras hacerse pública la resolución, se han presentado varios recursos ante el Tribunal Supremo al entender que vulnera el derecho fundamental a la libertad de expresión.
En este sentido, la ONG Movimiento por un Gobierno de Calidad, la Asociación por una Academia Democrática de Israel, junto con seis antiguos comandantes de la emisora y reconocidas figuras del sector mediático, han registrado demandas ante el Supremo. Argumentan que cualquier cambio en el estatus de la radio militar debe ser aprobado por la Knesset, el Parlamento israelí, ya que fue este órgano el que otorgó reconocimiento legal a la emisora del Ejército.
El ministro de Defensa, Israel Katz, ha defendido el cierre al afirmar que los contenidos informativos de la cadena convierten a las Fuerzas Armadas en un actor político y, además, dañan tanto a los propios militares como a la cohesión interna del estamento castrense. A su juicio, los "enemigos" de Israel interpretan estas emisiones como si reflejaran la postura oficial del Ejército.
"Galei Tzahal (nombre oficial de la emisora) se creó para dar servicio a los militares y sus familias y no para dar opiniones, muchas de las cuales van en contra de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) y sus soldados", ha apuntado Katz, según recoge el diario 'Yedioth Ahronoth'. "El cierre de la emisora es esencial para proteger el carácter nacional de las FDI y para recuperar la confianza de la población", ha remachado.
La fiscal general, Gali Baharav-Miara, ya había advertido antes de la votación en el Consejo de Ministros de que la medida es ilegal y supone un recorte de la libertad de prensa. A su entender, el cierre solo podría llevarse a cabo mediante una ley aprobada en la Knesset.
Asimismo, ha cuestionado el sesgo político favorable al partido Likud de Netanyahu dentro de la comisión de expertos en la que el Ejecutivo se ha apoyado para justificar la decisión. Recuerda, además, que este grupo de expertos criticó la "diversidad política" que caracteriza a la emisora.
La opción de clausurar esta radio militar ha planeado sobre distintos gobiernos israelíes y ha generado controversia durante años, ya que una parte importante de la sociedad la percibe como una institución con peso político y cultural.
A lo largo del tiempo, varios Ejecutivos y mandos castrenses han discutido si la cadena debía seguir bajo mando militar o pasar a una autoridad civil. Finalmente, Netanyahu ha optado por poner fin a su actividad.