El Kremlin ha expresado su firme rechazo al más reciente conjunto de sanciones impuestas por la Unión Europea, calificándolas de ilegítimas. Esta postura ha sido una constante desde que comenzó el conflicto en Ucrania en 2022.
Este último conjunto de restricciones, identificado como el décimo octavo, establece un límite de 47,6 dólares al precio del petróleo ruso, una medida que fue posible tras superar la oposición de Eslovaquia, que condicionó su aprobación a ciertas garantías de la Comisión Europea acerca de su abastecimiento de gas.
La decisión fue tomada por los embajadores de la UE durante una reunión temprano este viernes y se espera su ratificación en el encuentro de los ministros de Asuntos Europeos que tiene lugar en Bruselas.
Rusia considera ilegales las sanciones unilaterales de la UE, afirmó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según informaciones de la agencia rusa TASS.















