La Global Sumud Flotilla (GSF) ha informado este lunes de que prepara una nueva expedición hacia la Franja de Gaza para la primavera de 2026, en la que prevé movilizar a más de un centenar de embarcaciones y alrededor de 3.000 participantes procedentes de decenas de países. Esta iniciativa se retoma después de que en 2024 la flotilla intentara alcanzar el enclave palestino y fuera interceptada por las autoridades israelíes.
“En respuesta a un llamamiento directo de los palestinos en Gaza, la GSF anuncia una expansión decisiva de su próxima misión en la primavera de 2026”, señala un comunicado difundido en su canal de Telegram. La organización subraya que esta operación “representa más donde doble del tamaño de su misión anterior y la mayor acción marítima civil coordinada para Palestina hasta la fecha”.
El plan contempla una flota médica con más de un millar de profesionales sanitarios a bordo de barcos equipados con medicamentos y material clínico. Su objetivo es, en coordinación con el personal médico de Gaza, reforzar la atención de urgencias y “estabilizar un sistema de salud devastado por el asedio y los continuos bombardeos”.
La GSF recalca que, “más que una simple entrega de ayuda, (...) representa un cambio importante hacia una presencia civil sostenida y especializada para trabajar junto a los palestinos mientras sobreviven a los continuos ataques del régimen israelí e intentan reconstruir la infraestructura civil básica destruida por dos años de genocidio”.
Según detalla la organización, los propósitos fijados para la primavera se articulan en varios “mandatos explícitos e interrelacionados”. Entre ellos, contribuir a romper el asedio mediante la confrontación “directamente el bloqueo ilegal que Israel mantiene en Gaza desde hace décadas”; y asegurar el envío de suministros esenciales, ya que la misión incluye “un componente humanitario a gran escala”. También pretende establecer una presencia civil desarmada para “disuadir la violencia y documentar violaciones”.
Del mismo modo, la flotilla aspira a respaldar la reconstrucción de la Franja con equipos destinados a acompañar a la población palestina en las primeras fases de rehabilitación de infraestructuras civiles. Otro de los ejes es afrontar “la complicidad”, ayudando a “exponer y confrontar la complicidad internacional que permite el bloqueo ilegal, la ocupación y el genocidio de Israel, movilizando a la sociedad civil” para exigir responsabilidades a gobiernos e instituciones “que sustentan estas violaciones”.
Por último, los impulsores de la iniciativa remarcan que la flotilla constituye “una pequeña fracción de lo que finalmente se requerirá para apoyar plenamente la recuperación de Gaza”, aunque inciden en que “su importancia reside en el precedente que sienta: un modelo replicable, liderado por civiles y basado en el Derecho Internacional, los principios humanitarios y el liderazgo palestino”.