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La ONU amplía por unanimidad el mandato de la MONUSCO en la República Democrática del Congo hasta diciembre de 2026

El Consejo de Seguridad de la ONU prorroga un año la MONUSCO en RDC en plena ofensiva del M23 y ante el deterioro de la seguridad en el este del país.

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La ONU amplía por unanimidad el mandato de la MONUSCO en la República Democrática del Congo hasta diciembre de 2026

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha acordado este viernes, con el respaldo de todos sus miembros, extender durante un año adicional la Misión de Estabilización de la ONU en República Democrática del Congo (MONUSCO). La decisión llega en pleno repunte de la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), cuya reciente toma de la ciudad de Uvira, en la provincia de Kivu Sur, ha generado en los últimos días cientos de miles de nuevos desplazados, pese al acuerdo de paz firmado hace apenas unas jornadas en Washington.

“El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha renovado el mandato del MONUSCO por un año, (estará) vigente hasta el 20 de diciembre de 2026”, ha indicado la propia MONUSCO en una escueta publicación en su cuenta en la red social X.

La delegación de Eslovenia ante la ONU ha confirmado también en X que la resolución ha sido aprobada por unanimidad, subrayando que con ello se pretende trasladar a las autoridades congoleñas “una señal importante de apoyo a la paz, la protección de los civiles y un compromiso internacional sostenido”.

Con la resolución 2808, la ONU mantiene sobre el terreno hasta 11.500 militares como dotación máxima, además de “600 observadores militares y oficiales de Estado Mayor, 443 agentes de policía y 1.270 miembros de unidades de policía constituidas”, según los datos oficiales de Naciones Unidas.

Mandato, prioridades y alto el fuego permanente

El Consejo de Seguridad ha reiterado los objetivos centrales de la MONUSCO, entre ellos la protección de la población civil y el refuerzo de las instituciones del Estado en la República Democrática del Congo. Asimismo, ha autorizado a la misión a “apoyar la aplicación de un alto el fuego permanente de conformidad con la resolución 2773 (2025)”.

“El Consejo de Seguridad recuerda que la zona de operaciones de la misión se limita a las provincias de Kivu Norte e Ituri”, ha señalado la ONU en un comunicado. El organismo ha precisado que esta pausa en la retirada planificada de la MONUSCO responde “a la evolución de las condiciones de seguridad sobre el terreno” y ha insistido en que “el fortalecimiento de la presencia del Estado en las zonas de conflicto, principalmente en el este del país, es condición esencial para una paz duradera” en la RDC.

Al mismo tiempo, el Consejo ha vuelto a expresar su “enérgica condena” a la ofensiva del M23 en Kivu Sur y ha reclamado a la milicia que “cese de inmediato su ofensiva y se retire”. “Además, el Consejo de Seguridad exige que las Fuerzas de Defensa de Ruanda dejen de prestar apoyo al M23 y que se retiren del territorio congoleño”, añade la nota oficial.

En la misma línea, el órgano exige “que todos los grupos armados y las redes que los apoyan cesen inmediatamente todas las formas de violencia y otras actividades desestabilizadoras y depongan las armas”, y reclama también que las fuerzas armadas congoleñas dejen de respaldar a “determinados grupos armados” y “continúen aplicando los compromisos asumidos por las autoridades congoleñas para neutralizar al grupo”.

A comienzos de diciembre, la Unión Europea, Estados Unidos y varios países europeos reclamaron a Ruanda y al M23 que “cesar inmediatamente” su ofensiva en el este de la RDC, cerca de la frontera con Burundi. Ese llamamiento se produjo pocos días después de que los presidentes congoleño y ruandés, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, suscribieran en Washington un acuerdo destinado a poner fin al conflicto.

Las conversaciones entre las partes se iniciaron este año tras la intensificación de los combates, desencadenada por una nueva ofensiva del M23, compuesto en gran medida por tutsis congoleños. El grupo rebelde consiguió hacerse con el control de las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, lo que provocó duras acusaciones de Kinshasa contra Ruanda, mientras Kigali sostiene que las autoridades congoleñas reprimen a la comunidad tutsi con el apoyo de diversos grupos armados.