La Policía de Perú ha intensificado el operativo de vigilancia en los alrededores de la Embajada de México en Lima ante el temor de una posible fuga de la ex primera ministra Betssy Chávez, quien pidió el derecho de asilo a comienzos de noviembre, en pleno proceso por las acusaciones de rebelión vinculadas al fallido autogolpe de 2022.
El comandante general de la Policía, Óscar Arriola, ha acudido personalmente a supervisar este refuerzo del dispositivo, que ha justificado como una medida preventiva para impedir que Chávez pueda escapar aprovechando algún "descuido" durante las celebraciones navideñas.
“Nada de eso, por el contrario. Hay un gran contingente policial, se ha duplicado y triplicado desde hace unos días”, ha declarado en Radio Exitosa, negando igualmente que esté previsto llevar a cabo una intervención en la sede diplomática, tal y como llegó a sugerir semanas atrás el presidente, José Jerí.
Chávez afronta una posible condena de hasta once años de cárcel por su papel en el intento de autogolpe de Estado del entonces presidente Pedro Castillo, quien el 7 de octubre de 2022, ante la imposibilidad de sacar adelante su programa de gobierno, anunció la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción.
Mientras tanto, la ex primera ministra sigue pendiente de la concesión de un salvoconducto que le permita abandonar territorio peruano. Perú rompió relaciones diplomáticas con México después de que este país decidiera acogerla en su Embajada, una decisión calificada de “desproporcionada” por la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.