Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea concentran sus esfuerzos en emplear los activos rusos congelados para articular un "préstamo de reparación" destinado a Ucrania, mientras la Comisión Europea mantiene en paralelo una negociación con Bélgica para cerrar una propuesta de conclusiones que se ajuste a las exigencias del Ejecutivo belga.
El objetivo de Bruselas es salvar las reservas del primer ministro belga, Bart De Wever, que se muestra reacio a respaldar este mecanismo para sufragar la ayuda a Kiev por un total de 90.000 millones de euros, alegando los riesgos jurídicos y financieros que podría asumir Bélgica ante eventuales reclamaciones de Rusia, al albergar la sede de Euroclear --la entidad depositaria donde se concentra la mayoría de los activos afectados--.
Más de ocho horas después del arranque de la cumbre convocada para cerrar una vía de financiación que permita sostener a Ucrania durante los próximos dos años, fuentes comunitarias indicaron que los líderes de la UE se inclinan por la fórmula de un "préstamo de reparación", mientras la Comisión Europea se afana en diseñar garantías adicionales que satisfagan al Gobierno belga.
En esta fase, avanzan de forma simultánea los trabajos técnicos entre Bélgica, los servicios de la Comisión Europea y el Consejo de la UE con el fin de presentar un documento que represente un "buen terreno medio" y resulte aceptable tanto para el Ejecutivo comunitario como para el belga.
Por ahora, queda aparcada la alternativa de sufragar el apoyo a Ucrania mediante la emisión de deuda conjunta respaldada por el presupuesto comunitario, pese a que Bélgica había defendido antes de la cita en Bruselas que esta era la opción más segura y transparente.
Los líderes de los Veintisiete llegaron a la cumbre en la capital belga divididos sobre la posibilidad de recurrir a la liquidez de los activos bloqueados por las sanciones de la UE para un eventual "préstamo de reparación" de 90.000 millones de euros a favor de Kiev. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha subrayado que la reunión se prolongará "el tiempo que haga falta" para lograr la 'luz verde' al paquete de apoyo económico a Ucrania y ha insistido en que la UE "nunca aprobará una solución que no garantice toda la seguridad para Bélgica".