Este sábado, el Partido Laborista del Reino Unido ha dado un golpe significativo a Keir Starmer eligiendo a Lucy Powell, su contrincante reconocida, como la nueva vicepresidenta del partido. Powell ha obtenido un 54 por ciento de los sufragios, superando por un margen cómodo a la otra candidata, Bridget Phillipson, ministra de Educación y la opción preferida de Starmer, quien ha recogido el 46 por ciento de los votos durante las seis semanas de elecciones.
Lucy Powell ha construido su campaña sobre una plataforma de oposición a la dirección política de Starmer desde su ascenso al poder. “La gente está percibiendo que este gobierno no es lo suficientemente atrevido”, afirmó Powell en su discurso de victoria, según Sky News, “a la hora de fomentar el cambio que ha prometido”.
La destitución de Powell del gabinete justo antes de que empezaran las nominaciones aumentó su popularidad entre los miembros del partido, quienes se muestran agotados ante las políticas ambiguas de Starmer y sus intentos de acercarse a los conservadores con medidas severas contra la inmigración; una táctica que está perjudicando al partido en las encuestas donde se distancia cada vez más del partido Reform de Nigel Farage.
“Adoptar un pensamiento estratégico para ser más Reforma que el Reforma es algo que no nos va a ayudar en absoluto”, señaló Powell a principios de mes, “porque, seamos sinceros, hemos cedido demasiado terreno en los últimos meses”.
Otro indicativo del descontento con Starmer es la escasa participación electoral: apenas un 16,6 por ciento de los afiliados emitieron su voto, reflejando el desgaste ante el giro conservador de Starmer, que podría alienar a los votantes más inclinados hacia la izquierda hacia opciones como Los Verdes o la nueva formación de Jeremy Corbyn, Tu Partido, así como a los nacionalistas en Gales o Escocia.
A pesar de todo, Starmer ha felicitado a Powell por su triunfo con un mensaje conciliador. “Lucy siempre ha sido una orgullosa defensora de los valores laboristas, y eso es exactamente lo que necesitamos en este momento. Juntos lucharemos por el país. Por la decencia y la renovación nacional”, declaró en su cuenta de X.
Es importante recordar que hace unos meses, Starmer alertó sobre el riesgo de que el país se convirtiera en una “isla de desconocidos” al anunciar políticas restrictivas contra la inmigración, una frase que recuerda a Enoch Powell en los años 60.
La agencia Bloomberg recoge la preocupación de la izquierda laborista por las políticas de Starmer para recortar los pagos de combustible de invierno a la mayoría de los pensionistas y reducir las prestaciones sociales, lo que ha llevado a cambios radicales en ambas políticas, a pesar de contar con una amplia mayoría en la Cámara de los Comunes.
La vicepresidencia no confiere automáticamente el cargo de vice primer ministro, puesto que Starmer ha asignado al ministro de Justicia, David Lammy, tras la reorganización del gabinete que siguió a la renuncia de Rayner. Powell, quien junto a Rayner fue una de las dos únicas ministras que perdieron su puesto en ese cambio, ha manifestado que ve el puesto de vicepresidenta como “un trabajo de partido, no de gobierno”.














