La magistrada federal de Estados Unidos ha decidido extender la suspensión que impide el despliegue de la Guardia Nacional en Portland, Oregón, sumiendo en incertidumbre la medida ordenada por el presidente Donald Trump, en medio de cuestionamientos sobre jurisdicciones y enfrentamientos políticos.
Después de tres jornadas de deliberaciones, la jueza Karin Immergut ha decidido mantener la suspensión hasta el próximo viernes, según reporta la cadena CNN. Las fuerzas de la Guardia Nacional ya se encuentran estacionadas en bases de Portland desde hace semanas, a la espera de una resolución sobre la legalidad de su posible despliegue.
El Gobierno de Estados Unidos, con Trump a la cabeza, argumenta que la presencia de la Guardia Nacional es crucial para proteger al personal local y a los trabajadores del servicio de inmigración frente al aumento de las protestas. Sin embargo, gobiernos estatales y locales ven esta acción como una intromisión sin precedentes por parte del Gobierno federal.
En su fallo, la jueza destacó que, hasta el momento, la administración de Trump no ha logrado probar que la situación de seguridad en Portland esté fuera de control, excepto por incidentes “aislados y esporádicos” de violencia desde que comenzaron las protestas en junio.
Por tanto, no considera que se pueda hablar de “rebelión” ni que exista “un grupo organizado” que esté instigando estas movilizaciones o que tenga la capacidad de subvertir al Gobierno, contrariamente a lo argumentado por Washington y lo que Trump ha utilizado también para criticar al Partido Demócrata.
















