Brandon Johnson, alcalde de Chicago, ha emitido una orden ejecutiva este sábado instruyendo a todos los departamentos municipales a que eviten colaborar con cualquier fuerza federal que pudiera ser desplegada en la ciudad, desde los servicios legales hasta la policía local.
‘La razón por la que esta orden ejecutiva es tan crucial es porque sabemos que este presidente se está comportando fuera de los límites de la Constitución’, declaró Johnson a la prensa después de la firma.
Antecedentes y declaraciones
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su deseo de extender a otras ciudades estadounidenses las acciones llevadas a cabo en Washington DC, donde se desplegó a la Guardia Nacional bajo el pretexto de luchar contra la delincuencia, lo que resultó en más de 700 detenciones. ‘Chicago es un desastre’, dijo Trump en el Despacho Oval.
Johnson ha establecido legalmente que la administración local se oponga a la militarización de Chicago, que podría suceder en menos de una semana y tendría severas repercusiones para los migrantes. ‘Haré todo lo que esté a mi alcance como alcalde de esta ciudad para proteger a los habitantes de Chicago’, afirmó.
El decreto también busca asegurar la autonomía de la policía local de Chicago y su no cooperación con la Guardia Nacional. ‘Esta orden ejecutiva deja enfáticamente claro que este presidente no va a intervenir y delegar a nuestro departamento de Policía’, indicó Johnson.
Además, los servicios legales de la ciudad lucharán contra cualquier interferencia de la Administración Trump, exigiendo que el gobierno federal informe sobre cualquier operación futura en Chicago, algo que no ha hecho anteriormente, según reportó el alcalde. ‘Si se está llevando a cabo alguna acción de control migratorio en nuestra ciudad, debemos estar al tanto. Justo el 4 de junio, se llevó a cabo un operativo completo en nuestra ciudad que el Gobierno federal no difundió. Se trata de descubrir la verdad’, afirmó Johnson ante los medios.
Johnson argumenta que no existen motivos válidos para la intervención en Chicago, dado que la violencia ha disminuido en la ciudad en los últimos años. Por su parte, JB Pritzker, gobernador demócrata de Illinois, también ha rechazado el plan de Trump para desplegar la Guardia Nacional en Chicago, declarando que ‘no hay ninguna emergencia que justifique que el presidente de los Estados Unidos (…) despliegue la Guardia Nacional desde otros estados o envíe militares en servicio activo dentro de nuestras propias fronteras’.















