El presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha mandado iniciar una investigación sobre el fallecimiento de un joven que se suicidó prendiéndose fuego la semana pasada en Ahvaz, al suroeste del país, luego de que las autoridades municipales clausuraran el puesto de comida de su familia.
Pezeshkian ha transmitido su pésame a los allegados del joven, llamado Ahmad Baledi, de 20 años, y ha dispuesto la creación de un «comité especial» para «examinar de cerca las dimensiones del incidente y adoptar acciones decisivas contra los responsables», según se detalla en un comunicado oficial.
Asimismo, ha instruido al Ministerio del Interior para que constituya de manera «urgente» la mencionada comisión de investigación, con fines de «evitar la posible repetición de incidentes similares» y «adoptar las medidas necesarias para consolar a la familia Baledi y ayudarla a aliviar su sufrimiento».
En respuesta, el Ministerio del Interior ha confirmado el inicio de esta investigación, mientras que la gobernación de Juzestán ha informado que el alcalde de Ahvaz, Reza Amini, ha renunciado y otros funcionarios han sido destituidos en relación con el caso. Esto ha sido reportado por la agencia de noticias iraní, IRNA.
La ciudad de Ahvaz y la provincia de Juzestán, hogar de una significativa comunidad de la minoría árabe del país, han sido escenario de protestas antigubernamentales anteriormente. Hasta ahora, no se han registrado movilizaciones o incidentes relacionados con la muerte de Baledi, a pesar de las críticas hacia la gestión de las autoridades locales.
Este suceso rememora el caso de Mohamed Buazizi, un joven tunecino que se inmoló en diciembre de 2010 en protesta por la confiscación de su puesto de frutas por las autoridades, lo que detonó una serie de protestas que culminaron con la huida del dictador Zine el Abidine ben Alí y el inicio de la ‘Primavera Árabe’.









