El senador y aspirante a la presidencia de Colombia, Miguel Uribe, ha vuelto a un estado crítico a raíz de una hemorragia que sufrió mientras se recuperaba del ataque sufrido el 7 de junio en un evento de campaña.
Desde el centro médico de la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde Uribe ha estado hospitalizado desde el incidente, se ha comunicado que su salud ha deteriorado significativamente en las últimas 48 horas debido a «una hemorragia en el sistema nervioso central», tal como indica un informe médico solicitado por su familia.
Como consecuencia de la hemorragia, el equipo médico tratante ha optado por inducir a Uribe a una «sedación profunda para contribuir a su evolución».
El informe más reciente antes de este evento fue el 14 de julio, momento en el cual el hospital reportó que el senador mostraba «una respuesta clínica favorable y estable», y se había comenzado con un «protocolo de neurorehabilitación».