En un reciente fallo en Australia, un tribunal ha sentenciado a Erin Patterson, de 50 años, a cadena perpetua por el asesinato de los padres y la tía política de su exmarido, y a 25 años adicionales por un intento fallido de asesinato hacia el tío de estos, utilizando setas venenosas en una reunión familiar en 2023 en Morwell, Victoria.
La fiscalía había solicitado la pena máxima sin posibilidad de libertad condicional para Patterson, mientras que su defensa pidió al juez Christopher Beale considerar un periodo mínimo de encarcelamiento, argumentando que Patterson podría ser liberada después de cumplir 80 años, tal como informó ABC. El juez tomó en cuenta el tiempo que Patterson ha pasado ya bajo custodia y el hecho de que estaría inicialmente en régimen de aislamiento.
En julio de 2025, Patterson fue declarada culpable de haber añadido deliberadamente oronjas verdes o amanita phalloides, un tipo de setas altamente tóxicas, a un plato de solomillo Wellington durante la comida. Este acto resultó en la muerte de sus exsuegros, Don y Gail Patterson, y Heather Wilkinson, hermana de la antigua suegra de Patterson, mientras que Ian Wilkinson, esposo de Heather, sobrevivió tras una larga estancia hospitalaria y un transplante de hígado.
Ian Wilkinson, el único sobreviviente de los cuatro, rompió su silencio al final del juicio, agradeciendo a la Policía del estado de Victoria por una «investigación profesional, eficiente y eficaz» y expresó gratitud hacia los servicios médicos. Además, hizo un llamado a la bondad comunitaria y solicitó privacidad para su familia que aún «sigue llorando y recuperándose» tras el veredicto.
















