Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia, ha ingresado en la cárcel este martes para cumplir una pena de cinco años por asociación ilícita relacionada con los fondos que su campaña electoral recibió en 2007 del régimen de Muamar Gadafi en Libia.
El exmandatario llegó temprano a la prisión de la Santé en París junto a su abogado, Christophe Ingrain, y procedió a los trámites administrativos necesarios para su encarcelamiento, según informaciones de BFM TV.
A pesar de que la sentencia aún puede ser apelada, el juez ha ordenado su ingreso inmediato en prisión. Sarkozy ha declarado recientemente que no ha solicitado ningún tratamiento preferencial, aunque se ha acordado que esté en aislamiento por motivos de seguridad.
Además, sobre Sarkozy pesa una sentencia firme por corrupción y tráfico de influencias, que inicialmente le permitía evitar la prisión con el uso de una pulsera electrónica. El exlíder francés ha rechazado todas las acusaciones y ha denunciado lo que considera una persecución política por parte de la justicia.