Ghasan al Dahini, recientemente designado al frente de las milicias gazatíes Fuerzas Populares, respaldadas por Israel, ha asegurado que reforzará su ofensiva contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) tras la muerte de su anterior líder, Yaser Abu Shabab, fallecido en un tiroteo cuando trataba de mediar en una supuesta disputa familiar.
“Seguimos con la misma fuerza e incluso con mayor determinación”, ha afirmad en una entrevista publicada este sábado por el canal de televisión israelí 12, reconociendo que la “ausencia” de Abu Shabab es “dolorosa”, si bien pese a su muerte no se “detiene la lucha contra el terrorismo”.
El nuevo dirigente ha recalcado que su objetivo es mantener la presión sobre los combatientes de Hamás mediante operaciones de persecución y detención, además de “confiscando” su arsenal militar. “Hago lo que merecen en nombre del pueblo y de los hombres libres”, ha dicho, agregando que no tiene “miedo” de la milicia.
En diversos vídeos difundidos en redes sociales se ve a Al Dahini —de 39 años y originario de la tribu beduina Al Tarabin— dirigiéndose a sus seguidores en la Franja en un intento de exhibir que la organización prosigue con sus actividades pese a la muerte de su antiguo comandante.
Las Fuerzas Populares confirmaron el día anterior el fallecimiento de su jefe, aunque insistieron en que “no son ciertas las informaciones engañosas” que afirman que la responsabilidad de su fallecimiento sea Hamás, puesto que son “demasiado débiles para dañar al comandante en jefe”.
Por su parte, Hamás manifestó en un comunicado que era “inevitable” el final del “traidor” Abu Shabab quien, han considerado, “traiciona a su pueblo y a su patria y se conforma con ser instrumentos de la ocupación”. “Los actos criminales cometidos por el llamado Yaser Abu Shabab y su banda representaron una flagrante ruptura del orden nacional y social”, aseveró el grupo palestino.
Antes de incorporarse a las milicias anti-Hamás, Al Dahini habría formado parte del Ejército del Islam en Gaza, una organización de corte yihadista y salafista, según datos del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en ingles).











