En las últimas horas, colonos israelíes han vuelto a atacar a los agricultores palestinos en Cisjordania, coincidiendo con el inicio de la temporada de recolección de aceitunas, vital para la economía de la región. Estos ataques se suman a otros incidentes similares que han ocurrido desde finales de agosto.
Adicionalmente, el Ejército de Israel ha sido responsable de la destrucción de miles de olivos cerca de Ramala, donde se encuentra el gobierno palestino. Este patrón de asaltos y destrucciones ha sido constante en las últimas semanas.
El incidente más reciente sucedió en Turmus Ayya, al noreste de Ramala, donde un grupo de colonos agredió a recolectores palestinos y dañó su vehículo en el área de Al Dalya. Intentaron expulsar a los agricultores del lugar y rompieron las ventanas de su vehículo antes de confrontarlos y forzarlos a abandonar la zona, según reportes de la agencia WAFA.
Según fuentes palestinas, el Ejército israelí también ha establecido bloqueos en Deir Amar, al oeste de Ramala, impidiendo la recolección de aceitunas. Adicionalmente, se reportaron disparos de advertencia por parte del ejército en Kobar, afectando a los trabajadores del campo.
En un contexto de frágil alto el fuego en Gaza, que ha sido violado por Israel, según denuncias de organizaciones palestinas, continúan las operaciones militares israelíes en Cisjordania. Por ejemplo, esta madrugada en Beita, al sur de Nablus, el ejército cerró accesos y realizó redadas y registros en busca de supuestos incidentes relacionados con disparos cerca del asentamiento de Evyatar, según explicaron en un comunicado.
Más de mil palestinos han sido asesinados en Cisjordania desde el 7 de octubre de 2023, en incidentes violentos atribuidos a las Fuerzas de Defensa de Israel o a colonos radicales, lo que representa el 43% de todas las muertes palestinas en las últimas dos décadas en la región, según datos de Naciones Unidas.