En el sur de Ucrania, numerosas personas han perdido acceso a la electricidad como consecuencia de los recientes ataques concentrados en las regiones de Donetsk, Odesa y Dnipropetrovsk, ejecutados por las fuerzas rusas, tal como ha informado la empresa estatal de energía Ukrenergo.
A medida que el invierno se acerca, los ataques de Rusia contra infraestructuras energéticas han intensificado. Estos bombardeos se han llevado a cabo a pesar de recientes interacciones de Estados Unidos con los bandos en conflicto buscando cesar el enfrentamiento.
Según Ukrenergo, alrededor de 52.000 personas en Odesa se han visto afectadas por cortes de electricidad y otras 40.500 en Jersón están sin calefacción, después de que la principal central eléctrica de la zona pausara temporalmente sus operaciones.
Desde la empresa, se ha solicitado a los ciudadanos minimizar el uso de “dispositivos eléctricos potentes” debido a las “consecuencias de los bombardeos y las condiciones climáticas”. “Reducir el consumo de electricidad ayudará a acortar la duración de los cortes de luz”, afirmaron desde Ukrenergo.
“Estos ataques están dirigidos a infraestructuras civiles que proporcionan luz y calefacción a la población, las cuales han sufrido daños considerables”, declaró Oleksander Prokudin, gobernador de Jersón. Además, enfatizó que “una vez más, los terroristas atacan a la población civil”.











