Naciones Unidas y la Unión Europea han señalado un incremento en las tensiones habituales entre las milicias y el Ejército en Trípoli, capital de Libia, después de una noche marcada por la presencia en las calles de grupos armados y demostraciones de poderío militar destinadas a amedrentar a grupos opositores.
Este enfrentamiento vuelve a incluir a integrantes de la milicia Fuerza de Disuasión (Rada), una organización parapolicial islamista compuesta por excombatientes contra el difunto dictador Muamar Gadafi, y la Brigada de Combate 444 del Ejército libio, responsable del control de seguridad en la ciudad.
Recientemente, las fuerzas armadas han posicionado convoyes militares cerca del Aeropuerto Internacional de Mitiga, un enclave controlado por la Rada. Desde hace meses, el gobierno libio en Trípoli ha demandado sin éxito que el grupo armado ceda el control del aeropuerto.
La creciente tensión surge del complicado panorama posbélico del país, que se encuentra dividido entre dos gobiernos paralelos: el de Trípoli, reconocido internacionalmente, y el del este, liderado por Aguila Salé y el mariscal Jalifa Haftar.
La misión de la ONU en Libia, la UNSMIL, ha alertado que la ‘constante movilización de fuerzas y armamento pesado en Trípoli y alrededores es un acontecimiento peligroso’ y ha destacado los avances en negociaciones para un pacto de seguridad entre las facciones de la capital.
‘Esta reciente escalada de violencia está generando temor generalizado entre la población de Trípoli’, ha avisado la ONU en su cuenta de X.
Asimismo, en X, el embajador de la UE en Libia, Nicola Orlando, expresó su ‘profunda preocupación’ por la situación y ha solicitado a las facciones que eviten ‘cualquier acción que amenace la estabilidad’ y busquen una resolución pacífica al conflicto. ‘Todas las fuerzas de seguridad deben retirarse inmediatamente de las zonas urbanas’, indicó.
En este contexto, el Consejo Presidencial de Libia comunicó este domingo que ‘cualquier actividad fuera del marco oficial constituye una grave violación de las leyes y los acuerdos aplicables’ y exhortó a todas las unidades militares y de seguridad a ‘ejercer la disciplina y evitar cualquier acción unilateral que pueda amenazar la seguridad de los ciudadanos u obstaculizar los esfuerzos de los arreglos de seguridad’.
‘Es necesario el retorno inmediato de todas las fuerzas y unidades a sus zonas y campamentos designados, y la abstención de cualquier despliegue ilegal, ya sea dentro de las ciudades o fuera del ámbito de sus misiones oficiales’, añadió el Consejo Presidencial de Libia.
‘Este país no será un escenario para ajustes de cuentas ni para imponer voluntades por la fuerza, y que la solución reside en el cumplimiento de las vías acordadas y en la cooperación sincera entre todas las instituciones nacionales’, concluyó el Consejo Presidencial.