La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, ha declarado este viernes su decisión de reforzar la protección de las instalaciones y personal del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), además de incrementar las acciones de los Departamentos de Justicia (DOJ) y Seguridad Nacional (DHS) para procesar y deportar con urgencia «a todos los inmigrantes ilegales presentes» en el territorio nacional.
«He sido testigo de la continua oleada de violencia perpetrada contra agentes del ICE en todo nuestro país. El Departamento de Justicia no se quedará de brazos cruzados ante tal anarquía», ha manifestado en un comunicado publicado en su perfil de la red social X. Añadió que las medidas buscan «proteger a los agentes federales, proteger la propiedad federal y arrestar de inmediato a todas las personas involucradas en cualquier delito federal».
Bondi ha precisado que el DOJ «buscará los cargos más graves disponibles» –conspiración, agresión, alteración del orden público y terrorismo– contra los detenidos considerados «criminales», mientras que entidades como el FBI o la DEA, en colaboración con el DHS, se centrarán en «localizar, aprehender, detener, procesar y expulsar» a individuos con estatus migratorio irregular.
Los departamentos contarán con el apoyo de las Fuerzas de Tarea Conjuntas contra el Terrorismo para investigar a quienes estén «involucrados en actos de terrorismo doméstico, incluyendo los repetidos actos de violencia y obstrucción contra agentes federales».
«Estos ataques constantes, diseñados para quebrantar nuestra voluntad, solo refuerzan nuestra determinación de completar el trabajo iniciado», ha recalcado la fiscal general, subrayando que sus directrices están alineadas con una reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump y asegurando que, gracias a estas medidas, «el Estado de derecho prevalecerá» en EEUU.
Este anuncio sigue a un incidente en un centro de detención del ICE en Dallas, donde un tiroteo dejó un muerto y dos heridos el miércoles pasado, según la policía local, que también confirmó el suicidio del supuesto autor antes de ser capturado por las fuerzas de seguridad. Trump ha culpado a la «izquierda radical» de fomentar este acto, el más reciente de una serie de disturbios y enfrentamientos en el país.
Según autoridades locales, la víctima mortal era un detenido en situación irregular, y el ataque podría tener motivaciones políticas.