En una reciente sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ministro de Exteriores peruano, Hugo de Zela, ha instado a que se consideren las aportaciones del país de origen al evaluar las solicitudes de asilo político. Esta petición se produce mientras Betssy Chávez, ex primera ministra de Perú, se refugia en la Embajada de México en Lima, enfrentando una solicitud de condena a 25 años por parte de la Fiscalía peruana.
“Lo que proponemos es que cuando se evalúen los pedidos de asilo diplomático, se analice de manera oportuna y objetiva con la información proporcionada por el Estado territorial, así como por otras fuentes confiables, antes de decidir si es procedente conceder el asilo solicitado”, declaró De Zela en su intervención. Añadió que esta propuesta se alinea con los principios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, subrayando que el asilo no debe otorgarse a individuos condenados o sospechosos de delitos graves.
Por otro lado, la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños, ha reafirmado la postura de México, defendiendo la convención de 1954 sobre el asilo diplomático y resaltando la importancia de adherirse al derecho internacional y la protección de los derechos humanos.
Betssy Chávez se encuentra actualmente asilada tras recibir la misma condena que el expresidente Pedro Castillo, sentenciado por conspiración para rebelión durante el fallido golpe de Estado de diciembre de 2022. Tras su condena, se dictaron contra Chávez cinco meses de prisión preventiva y una orden de busca y captura internacional.











