El presidente de Madagascar, Andriy Rajoelina, ha expresado su preocupación este domingo al denunciar que se está produciendo un intento de golpe de Estado en el país. Según Rajoelina, una unidad de élite militar ha desafiado su autoridad y ha mostrado su apoyo a los jóvenes que protestan desde hace semanas en su contra.
“Se está llevando a cabo un intento ilegal e inconstitucional de toma del poder en territorio nacional”, indica el comunicado presidencial difundido por el portal Midi-Madagasikara. La Presidencia “condena enérgicamente esta acción, que califica de intento de desestabilización, y llama a las fuerzas vivas del país a defender el orden constitucional”.
Además, el comunicado presidencial transmite condolencias a las familias de las víctimas y subraya, en palabras de la Presidencia, que “el diálogo sigue siendo la única salida a la crisis”.
Por otro lado, la unidad rebelde, conocida como CAPSAT, ha anunciado en un comunicado que asume el control como “nueva fuente de mando militar” y que “todas las instrucciones para las fuerzas armadas -terrestres, aéreas y navales- procederán ahora de su centro de mando”, según la información publicada por el mismo medio. En este documento, se nombra unilateralmente al general Démosthène Pikulas como nuevo “jefe del Estado Mayor”.