El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, se ha comprometido este viernes a mantener “diálogo abierto” con todos los grupos opositores del país de cara a las elecciones generales previstas para 2026. El anuncio llega en un contexto de creciente tensión política en el país africano tras la imputación del principal dirigente opositor, el exlíder rebelde y hasta hace unos meses vicepresidente primero, Riek Machar, por crímenes contra la humanidad.
Según la Presidencia sursudanesa, Kiir ha celebrado durante la jornada un encuentro con responsables de las formaciones con representación en el Parlamento “en un esfuerzo por reestructurar el panorama político del país”. En la nota difundida en su perfil de Facebook, la jefatura del Estado subraya que el mandatario ha “reiterando su compromiso con la reconciliación nacional, la transformación del partido y las tan esperadas elecciones generales de 2026”.
El secretario general del gobernante Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), Akol Paul Kordit, ha descrito la cita como “estratégica y con visión de futuro”, destacando que la finalidad “es revitalizar el partido gobernante y abrir espacio político mediante un diálogo abierto con todos los grupos de la oposición del país”.
Durante la reunión, la dirección del SPLM ha asegurado que la formación “pronto extenderá su mano a todos los grupos de la oposición para allanar el camino hacia una paz sostenible e inclusiva en el país”. Por su parte, los representantes de los distintos partidos han señalado que la conversación “de alto nivel refleja un impulso más firme y deliberado” para “consolidar los esfuerzos de paz y fortalecer las estructuras internas”.
Las autoridades han presentado cargos formales contra Machar, entre ellos crímenes de lesa humanidad y terrorismo, más de cinco meses después de que fuera puesto bajo arresto domiciliario por, presuntamente, instigar una rebelión. Los hechos se enmarcan en enfrentamientos entre el Ejército y una milicia local activa en una zona próxima a la frontera con Etiopía, supuestamente respaldada por el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO), integrado en el Ejecutivo de unidad tras el acuerdo de paz sellado en 2018.
La actual crisis política se produce después de que Kiir promulgara en septiembre de 2024 una reforma de la Constitución de 2011 que amplía en otros dos años el periodo de transición. La decisión ha sido cuestionada por la comunidad internacional, que ha instado a Yuba a avanzar en la implementación íntegra del pacto de paz, recordando que siguen pendientes compromisos clave, entre ellos la convocatoria efectiva de elecciones.










