El dirigente opositor ugandés Robert Kyagulanyi, más conocido como Bobi Wine, ha asegurado que el sábado fue víctima de agresiones por parte de las fuerzas de seguridad, junto a varios integrantes de su equipo de campaña y simpatizantes, durante un acto político celebrado en la ciudad de Gulu, en el norte del país, dentro de su recorrido electoral previo a los comicios generales previstos para enero de 2026.
“Al acercarnos a la ciudad de Gulu, criminales con uniformes policiales y militares nos atacaron con palos y piedras y comenzaron a golpear a nuestra gente. Uno de ellos me golpeó con un palo en la cara”, ha relatado a través de su cuenta en la red social X, donde ha especificado que varias de las víctimas tuvieron que ser hospitalizadas tras la agresión.
En su mensaje, el líder opositor ha acusado directamente al presidente ugandés, Yoweri Museveni, de recurrir a la violencia para frenar el avance de la oposición. “Todo esto porque (el presidente ugandés, Yoweri) Museveni le tiene un miedo terrible al pueblo. Ninguna brutalidad lo salvará de una caída inevitable. Ninguna brutalidad impedirá que el pueblo de Uganda luche por su libertad”, ha manifestado, recordando además que esta misma semana el Ejército irrumpió en una oficina de la opositora Plataforma de Unidad Nacional (NUP, según sus siglas en inglés) en Gulu.
Pese a lo ocurrido, Bobi Wine ha querido expresar su reconocimiento a los asistentes al acto. Ha mostrado su “agradecimiento a la población de Gulu por acudir a escuchar el mensaje de libertad a pesar de un día de represión y brutalidad extrema”. “Si bien muchos temían salir y otros fueron dispersados antes de nuestra llegada, otros aguantaron frente a la criminalidad y salieron a mostrar su solidaridad”, ha subrayado.
Estos sucesos se producen en un contexto de creciente presión internacional sobre el Gobierno de Museveni. Hace apenas unos días, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, denunció el aumento de la represión contra la oposición y los medios de comunicación de cara a las elecciones de enero y pidió a las autoridades que garanticen el respeto y la protección de los Derechos Humanos antes, durante y después de la votación.
Turk aludió a informaciones consideradas creíbles que apuntan a la detención, en lo que va de año, de al menos 550 personas, entre ellas miembros y simpatizantes de la NUP, con más de 300 arrestos desde el inicio en septiembre de la campaña electoral, en un contexto de fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad en los lugares donde Kyagulanyi celebra sus actos.
Yoweri Museveni, en el poder desde 1986 tras la guerra civil que siguió al derrocamiento del dictador Idi Amin en 1979 y, posteriormente, de Milton Obote por denuncias de fraude en las elecciones del año siguiente, volverá a presentarse en los comicios de enero con el objetivo de prolongar sus cuatro décadas al frente del país africano.
De lograr un nuevo mandato, el presidente iniciaría así su quinta década en el poder, en un escenario marcado por el incremento de las acusaciones de represión política. Bobi Wine ha sido arrestado en varias ocasiones y, tras las presidenciales de 2021, denunció un fraude destinado a favorecer al mandatario, se negó a reconocer su derrota y acusó a Museveni de manipular el proceso electoral para seguir gobernando.











