En las primeras horas de este jueves, el ejército ruso ha intensificado sus operaciones contra las infraestructuras energéticas en diferentes provincias de Ucrania, destacando los severos daños en Odesa, una región crítica para la estabilidad energética del país. Este ataque cobra mayor relevancia a medida que el frío invernal se aproxima.
Con el uso de drones, las fuerzas rusas han golpeado Artsiz, una localidad en Odesa, afectando no solo a las instalaciones energéticas, sino también a un edificio gubernamental y a obras de reconstrucción en curso en el área, tal como lo ha comunicado la Fiscalía provincial mediante un mensaje en Telegram.
A pesar de que aún no se reportan víctimas, la Fiscalía ha expresado preocupación por la magnitud del ataque, acusando a Moscú de un asalto premeditado dentro de su estrategia de avance en la invasión que ya alcanza casi cuatro años.
Según informes de Ukrenergo, la empresa estatal de energía, similares agresiones se han registrado en Járkov y Dnipropetrovsk, provocando cortes de luz que se alinean con los esfuerzos rusos por desestabilizar el sector energético ucraniano.











