Rusia e Irán han estampado su firma en un acuerdo de 25.000 millones de dólares (aproximadamente 21.400 millones de euros) para la construcción de cuatro nuevas centrales nucleares en el territorio de Irán, consolidando así su alianza en los ámbitos político y energético.
El pacto fue formalizado en Moscú por las empresas Hormoz de Irán y Rosatom de Rusia, con el objetivo de erigir las instalaciones en Sirik, ubicada en la provincia de Hormozgán, en el sur iraní, de acuerdo con lo informado por Press TV. Este proyecto promete una producción energética superior a los 5.000 megavatios.
Además, se ha acordado la construcción de otras cuatro centrales en la región de Bushehr. Mohamad Eslami, director de la Organización para la Energía Atómica de Irán, destacó la «buena relación» existente con Moscú en este sector y subrayó que estos desarrollos forman parte de un ambicioso plan estratégico a 20 años. Por su parte, Teherán sigue afirmando su compromiso con el uso pacífico de la energía nuclear, negando cualquier intención de desarrollar armamento nuclear, pese a las sospechas de países como Israel y Estados Unidos.