El gobierno ruso celebró la bofetada visual que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, propinó al mostrar un mapa de Ucrania con zonas ocupadas por Rusia durante un encuentro con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y diversos líderes europeos. Esta acción ha sido interpretada por algunos como un intento de presionar a Kiev para que se someta a las demandas territoriales de Moscú.
Según Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, el mapa revelado en el Despacho Oval durante la última visita de Zelenski «fue una bofetada tan fuerte que debería haber hecho entrar en razón» a aquellos que continúan discutiendo sobre la resolución del conflicto por la vía militar «sin entender de qué hablaban».
«Este mapa está ante los ojos de Zelenski cada noche, al igual que en los de los jefes de Estado de la Unión Europea y la OTAN», expresó Zajarova en una entrevista para agencias estatales rusas, indicando que el presidente ucraniano debería sentirse «sacudido» por esta representación tan explícita.
«Creo que será muy difícil que alguien finalmente recupere la cordura, pero al menos que se logre que reaccione de alguna manera, para demostrarle a él y a todos aquellos que le protegen, cuánto han perdido», agregó la portavoz.
Una imagen de este encuentro en el Despacho Oval capturó a Zelenski y a otros líderes europeos, como el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Friedrich Merz, o el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, observando a Trump, quien hablaba desde su escritorio rodeado por un gran mapa de Ucrania con las zonas ocupadas marcadas en rojo y con porcentajes.
De acuerdo con el mapa de Trump, Rusia domina el 99 por ciento de Lugansk y el 76 por ciento de Donetsk. Fuera del Donbás, controla el 73 por ciento de las adyacentes Zaporiyia y Jersón, que colindan con la península de Crimea, anexionada en 2014. Estas cifras son ampliamente reconocidas a nivel internacional.
Tras resaltar la importancia del plano en declaraciones a Fox News, Trump mencionó que «un gran trozo» del territorio ucraniano ha sido capturado. «Supongo que todos han visto el mapa», comentó.
Según analistas, el mensaje de la Casa Blanca es claro. Dado que es un territorio inaccesible para Ucrania, Zelenski debería aceptar las condiciones del presidente ruso, Vladimir Putin, quien ya propuso un acuerdo de paz a cambio del control total del Donbás, región que ya posee casi en su totalidad.
El Donbás, una región rica en minerales que representaba el 16 por ciento de la economía del país antes de la guerra, también cuenta con una significativa población de habla rusa, especialmente en Donetsk y Lugansk, lo que ha sido un factor clave en el conflicto.
El Kremlin ha defendido la invasión como una medida para proteger a estas comunidades de la persecución por parte de fuerzas ultranacionalistas ucranianas, especialmente después de 2014.
















