El Ejecutivo ruso ha decidido este sábado prolongar hasta finales de febrero de 2026 la prohibición temporal de vender gasolina al exterior, una medida que se introdujo a finales de agosto, coincidiendo con la intensificación de los ataques de Ucrania contra refinerías y puertos situados desde el mar Negro hasta la costa del Báltico.
Durante la jornada, Moscú ha publicado un nuevo decreto que mantiene esta restricción, válida para todos los exportadores, hasta el 28 de febrero. Asimismo, se ha ampliado el veto a la salida del país de combustible diésel y otros tipos de gasóleo, aunque esta limitación no afectará a los productores directos.
El vice primer ministro ruso, Alexander Novak, afirmó el jueves que el mercado interno ruso se encuentra actualmente equilibrado y que las reservas que se habían utilizado con anterioridad han vuelto a niveles superiores a los registrados hace un año, según informa la agencia de noticias Interfax.
Las restricciones mencionadas estaban previstas inicialmente hasta finales de este año, pero, aunque la situación se ha estabilizado desde entonces, los precios continúan relativamente elevados y los ataques ucranianos no han cesado.